¿Qué es limfa?

La linfa es un líquido transparente y de color amarillento que circula por el sistema linfático del cuerpo. Está compuesto principalmente por agua, proteínas, grasas, glóbulos blancos y algunos desechos celulares.

La función principal de la linfa es transportar los glóbulos blancos y otros componentes del sistema inmunológico a través del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades. También regula el equilibrio de líquidos y nutrientes entre los tejidos y la sangre, eliminando los desechos y las toxinas del cuerpo.

El sistema linfático es una red de vasos y ganglios linfáticos que se extiende por todo el cuerpo. Los vasos linfáticos recogen la linfa de los tejidos y la llevan hacia los ganglios linfáticos, donde es filtrada y depurada antes de volver a la circulación sanguínea. Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras en forma de judía que contienen células inmunes y son los principales responsables de la respuesta inmunitaria.

La linfa también juega un papel importante en la absorción de grasas y nutrientes en el intestino delgado. Después de la digestión, los nutrientes son absorbidos por los vasos linfáticos, que los transportan hacia la circulación sanguínea.

Los trastornos del sistema linfático pueden afectar la circulación de la linfa y causar problemas como la acumulación de líquido en los tejidos, conocida como linfedema. Además, el cáncer puede propagarse a través del sistema linfático, lo que lleva a la formación de metástasis en los ganglios linfáticos.

En resumen, la linfa es un líquido vital para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la eliminación de desechos del cuerpo. Fluye a través del sistema linfático, transportando nutrientes, grasas y glóbulos blancos, y desempeña un papel crucial en la defensa contra infecciones y enfermedades.