¿Qué es termografia?

La termografía es una técnica no invasiva que consiste en detectar y medir los cambios en la temperatura de una superficie utilizando cámaras térmicas o termómetros infrarrojos. Se basa en el principio de que todos los objetos emiten radiación infrarroja en función de su temperatura.

La termografía se utiliza en diferentes campos, como la medicina, la industria, la construcción y la investigación. En medicina, se utiliza para detectar anomalías térmicas en el cuerpo humano, lo que puede indicar la presencia de enfermedades o lesiones. Por ejemplo, en la detección del cáncer de mama, la termografía puede mostrar áreas anormales de aumento de temperatura en el tejido mamario.

En la industria, la termografía se utiliza para detectar problemas en la maquinaria, como sobrecalentamientos, desgastes o fugas de calor. Esto permite tomar medidas preventivas y evitar daños mayores o fallos en la producción. También se utiliza en la construcción para detectar deficiencias en el aislamiento térmico de los edificios, lo que ayuda a mejorar la eficiencia energética.

La termografía también se utiliza en la investigación científica, por ejemplo, para estudiar la distribución y los cambios de temperatura en animales en su entorno natural. También se utiliza en la arqueología para detectar estructuras enterradas o diferencias en la temperatura en sitios arqueológicos.

La interpretación de las imágenes termográficas se basa en la identificación de patrones de temperatura anormal o diferencias térmicas. Para ello, se utilizan técnicas de análisis de imagen y software especializado que permiten visualizar y analizar los datos térmicos de manera más precisa.

En resumen, la termografía es una técnica valiosa y versátil que se utiliza en diferentes campos para detectar anomalías térmicas y mejorar la eficiencia y la seguridad en diversos procesos.