Los estolones son tallos rastreros o trepadores que crecen horizontalmente sobre la superficie del suelo. Son una forma de reproducción vegetativa utilizada por muchas plantas para extender su territorio y colonizar nuevos espacios.
Los estolones se forman a partir de yemas axilares ubicadas en los nodos de los tallos principales. Estas yemas crecen hacia abajo y emiten raíces adventicias, las cuales permiten que el estolón se enraíce y forme una nueva planta independiente.
Algunas plantas que utilizan estolones como parte de su estrategia reproductiva incluyen la fresa (Fragaria), la menta (Mentha), la grama (Cynodon) y el césped (Agrostis). Estas plantas suelen producir grandes cantidades de estolones, lo que les permite cubrir rápidamente grandes áreas.
Los estolones pueden ser beneficiosos en algunos casos, ya que permiten la propagación y expansión de las plantas de forma rápida y eficiente. Sin embargo, también pueden convertirse en un problema en el jardín o en cultivos agrícolas, ya que pueden invadir y competir con otras plantas, dificultando su crecimiento.
En resumen, los estolones son tallos rastreros que crecen horizontalmente sobre el suelo y permiten a las plantas expandirse y colonizar nuevos territorios. Son utilizados como una forma de reproducción vegetativa y pueden ser beneficiosos o perjudiciales dependiendo del contexto.
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