¿Qué es tarso?

El tarso es una región anatómica en el cuerpo humano que se encuentra al final de la pierna, justo antes del pie. Consiste en un conjunto de huesos que forman el esqueleto del tobillo y el pie.

El tarso está compuesto por siete huesos principales:

  1. El astrágalo: también conocido como el talus, es el hueso que se articula con la tibia y el peroné para formar la articulación del tobillo. También se conecta con los huesos del tarso medio y es uno de los principales responsables de la flexión y extensión del pie.

  2. El calcáneo: es el hueso más grande del tarso y forma el talón del pie. Es responsable de proporcionar soporte y estabilidad al peso del cuerpo, así como de absorber el impacto al caminar o correr.

  3. El escafoides: es un hueso pequeño en forma de barco que se encuentra en la parte interna del tarso. Es uno de los principales estabilizadores del arco longitudinal del pie.

  4. El cuboides: es un hueso pequeño con forma de cubo que se encuentra en la parte externa del tarso. Proporciona estabilidad al pie y actúa como punto de inserción para varios músculos que controlan el movimiento lateral.

  5. Los tres huesos cuneiformes: también conocidos como los huesos intermedios del tarso, son huesos pequeños que se encuentran en la parte interna del tarso. Se denominan medial, intermedio y lateral según su ubicación. Ayudan a mantener el arco transversal del pie y proporcionan estabilidad durante la marcha.

El tarso también contiene articulaciones, ligamentos, tendones y músculos que trabajan en conjunto para permitir el movimiento y proporcionar soporte y estabilidad al pie. También es el lugar donde se encuentran varias estructuras importantes, como los nervios, los vasos sanguíneos y los tejidos blandos.

En resumen, el tarso es una región anatómica esencial para la función y el movimiento del tobillo y el pie. Está formado por siete huesos principales y diversas estructuras que permiten la movilidad, la estabilidad y el soporte del pie.