La mamaliga es un plato tradicional de Rumania, Moldavia y otras regiones de Europa del Este. Se trata de una especie de polenta hecha a base de harina de maíz, agua y sal.
La preparación de la mamaliga es bastante sencilla. Se hierve agua con sal y después se añade la harina de maíz en forma de lluvia, mientras se mezcla constantemente para evitar que se formen grumos. La mamaliga se cuece a fuego bajo durante aproximadamente 30 minutos, hasta que adquiere una consistencia espesa y firme.
Una vez lista, se puede consumir directamente o se puede enfriar en una bandeja hasta que se solidifique por completo. Luego se corta en rebanadas o cubos y se fríe ligeramente en aceite o mantequilla para lograr una textura crocante en el exterior.
La mamaliga se sirve como acompañamiento de diversos platos, como estofados, guisos de carne, quesos o embutidos. También se puede disfrutar como plato principal, acompañado de salsa de tomate, queso o huevos.
Este plato es especialmente popular en los países de Europa del Este debido a su facilidad de preparación, bajo costo y versatilidad en la combinación con otros ingredientes. Además, la mamaliga tiene un alto contenido de fibra y nutrientes provenientes del maíz, haciendo de ella una opción nutritiva.
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