El lezo, también conocido como braceo o lesión del manguito rotador, es una lesión común en el hombro. Se produce cuando los tendones del manguito rotador, que son un grupo de músculos que estabilizan y permiten los movimientos del hombro, se dañan o se desgarran.
Los síntomas del lezo pueden variar dependiendo de la gravedad de la lesión, pero pueden incluir dolor en el hombro, debilidad en el brazo, dificultad para levantar o mover el brazo y sensación de crujido o chasquido en el hombro al realizar ciertos movimientos.
Las causas más comunes de esta lesión incluyen la degeneración debido al envejecimiento, el uso excesivo del hombro, los movimientos bruscos o repetitivos del brazo y los traumatismos, como caídas o golpes directos en el hombro.
El diagnóstico de lezo se realiza principalmente a través de la historia clínica del paciente, los síntomas y un examen físico. En algunos casos, pueden ser necesarios estudios de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o ecografías, para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión.
El tratamiento del lezo puede variar dependiendo de la gravedad de la lesión. En casos leves, se recomienda el reposo, la aplicación de hielo, los medicamentos para el dolor y la inflamación, así como la fisioterapia para fortalecer los músculos del hombro y mejorar la estabilidad. En casos más graves, puede ser necesario realizar cirugía para reparar los tendones dañados.
Es importante buscar atención médica si se experimenta dolor persistente en el hombro u otros síntomas relacionados con el lezo. Un médico especialista en ortopedia o un fisioterapeuta pueden brindar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento más adecuado para cada caso.
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