¿Qué es hiperlaxa?

La hiperlaxitud o hipermovilidad articular es una condición en la cual los ligamentos y tejidos conectivos que sostienen las articulaciones son más laxos de lo normal, lo que permite un mayor rango de movimiento en las articulaciones. Esta laxitud puede ser hereditaria y estar presente desde el nacimiento, o puede adquirirse como resultado de una lesión o enfermedad.

Algunas características comunes de las personas con hiperlaxitud incluyen:

  • Mayor rango de movimiento en las articulaciones, lo que puede llevar a una mayor flexibilidad.
  • Mayor propensión a sufrir lesiones articulares, como esguinces y dislocaciones.
  • Mayor flexibilidad en la columna vertebral y capacidad para hacer movimientos más amplios.
  • Mayor capacidad para realizar posturas extremas o movimientos acrobáticos.
  • Problemas de estabilidad y debilidad en los músculos que rodean las articulaciones.

La hiperlaxitud puede estar asociada con diversas condiciones médicas, como el síndrome de Ehlers-Danlos, el síndrome de Marfan o el síndrome de Larsen. Sin embargo, en muchos casos, no hay una causa específica identificable y se considera una variante normal de la anatomía.

Si bien la hiperlaxitud puede ofrecer ciertas ventajas en actividades que requieren flexibilidad, como la danza o la gimnasia, también puede causar problemas de salud. Las personas con hiperlaxitud tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis a una edad temprana debido a la tensión adicional ejercida sobre las articulaciones. También pueden experimentar dolor crónico o molestias musculares debido a la falta de estabilidad en las articulaciones.

El tratamiento de la hiperlaxitud se centra en fortalecer los músculos y estabilizar las articulaciones para minimizar el riesgo de lesiones y mejorar la calidad de vida. Esto puede incluir la realización de ejercicios de fortalecimiento muscular, terapia física y el uso de soportes ortopédicos, como férulas o vendajes.

Es importante destacar que la hiperlaxitud no es una condición grave en la mayoría de los casos y muchas personas pueden llevar una vida normal y activa sin limitaciones significativas. Sin embargo, si experimentas dolor o molestias persistentes, es recomendable consultar a un médico o especialista en medicina deportiva para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.