Los antihelmínticos son medicamentos utilizados para tratar infecciones causadas por helmintos, también conocidos como gusanos parásitos. Estos parásitos pueden infectar diferentes partes del cuerpo, como el intestino, los pulmones, el hígado, el corazón, los músculos y otros tejidos.
Existen varios tipos de antihelmínticos que se utilizan para tratar diferentes tipos de infecciones causadas por helmintos, como los nematodos (gusanos redondos), los cestodos (tenias) y los trematodos (gusanos planos).
Algunos ejemplos de antihelmínticos incluyen albendazol, mebendazol, praziquantel, ivermectina, niclosamida, entre otros. Estos medicamentos pueden ser administrados en forma de tabletas, suspensión oral, inyecciones o cremas, dependiendo del tipo de helminto y la gravedad de la infección.
Es importante seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento con antihelmínticos según lo recetado para asegurar la eliminación completa de los parásitos y prevenir recurrencias. Además, es fundamental tomar medidas de higiene adecuadas para evitar la reinfección y prevenir la propagación de la infección a otras personas.
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