¿Qué es acrocordones?

Los acrocordones, también conocidos como papilomas cutáneos, fibromas blandos o etiquetas cutáneas, son pequeñas protuberancias de piel que suelen aparecer en áreas donde la piel se frota o pliega, como el cuello, las axilas, las ingles, los párpados y debajo de los senos.

Estas lesiones cutáneas son inofensivas y generalmente no causan síntomas. Típicamente, tienen un aspecto similar a una piel suelta o colgante, que puede variar en tamaño y color. Pueden ser de color piel, marrón claro o más oscuro.

Los acrocordones son muy comunes y pueden afectar a personas de todas las edades, aunque son más comunes en personas mayores y en personas con sobrepeso. Además, pueden ser más frecuentes en personas con diabetes o resistencia a la insulina.

La causa exacta de los acrocordones no está clara, pero se cree que están asociados con la fricción constante de la piel y el uso de ropa ajustada. También se ha sugerido que factores genéticos y hormonales podrían desempeñar un papel en su desarrollo.

Aunque los acrocordones son benignos, a veces pueden causar problemas estéticos o molestias si se enganchan con la ropa o joyas, se irritan o se inflaman. En esos casos, se pueden tratar mediante técnicas como la cauterización, la crioterapia (congelación), la ligadura con hilo o la extirpación quirúrgica.

Es importante destacar que no se recomienda tratar los acrocordones de forma casera, como cortándolos o arrancándolos, ya que esto puede resultar en infecciones o cicatrices.

En resumen, los acrocordones son pequeñas protuberancias de piel inofensivas y comunes que suelen aparecer en áreas de fricción cutánea. Aunque no requieren tratamiento a menos que causen molestias, si se presentan síntomas o se considera eliminarlos por razones estéticas, se debe consultar a un dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado y seguro.