Los áridos son materiales granulares utilizados en la construcción, principalmente para la fabricación de hormigón. Son fragmentos de rocas, gravas, arenas, piedras trituradas o escorias, que se utilizan para proporcionar resistencia y durabilidad a las estructuras.
Existen diferentes tipos de áridos, que se clasifican según su tamaño y origen. Estos incluyen:
Arena: Son fragmentos de rocas erosionadas, de tamaño entre 0,063 mm y 2 mm. La arena se utiliza principalmente en la fabricación de morteros y hormigones, así como en superficies de pavimentación.
Grava: Son fragmentos de rocas redondeados, generalmente de tamaño entre 2 mm y 63 mm. Las gravas se utilizan en la fabricación de hormigones y como material de drenaje en la construcción de carreteras.
Piedra triturada: Son fragmentos de rocas trituradas mecánicamente, de tamaño entre 4 mm y 32 mm. La piedra triturada se utiliza en la producción de hormigón y asfalto, así como en la construcción de carreteras y obras de drenaje.
Escorias: Son subproductos de la industria metalúrgica, que se utilizan como áridos en la construcción. Las escorias tienen características similares a las gravas y piedras trituradas, y se utilizan en la fabricación de hormigones y asfaltos.
Los áridos deben cumplir ciertos requisitos de calidad, como resistencia, durabilidad, forma y tamaño adecuados, para garantizar un buen desempeño de los materiales de construcción.
Es importante señalar que la extracción de áridos puede tener impactos ambientales, como la degradación del paisaje y la alteración de los ecosistemas acuáticos. Por esta razón, muchas veces se establecen regulaciones y se promueve la utilización de áridos reciclados y alternativas más sostenibles en la construcción.
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