¿Qué es pietista?

El pietismo es un movimiento religioso surgido en el siglo XVII en Europa, específicamente en Alemania y los países escandinavos. Fue impulsado por la búsqueda de una fe más comprometida y personal en contraposición a la formalidad y el ritualismo de la iglesia establecida en ese momento.

El término "pietismo" proviene de la palabra latina "pietas", que significa piedad o devoción. Los pietistas se enfocaban en vivir una vida piadosa y dedicada a Dios, basada en una relación personal con Cristo y en la búsqueda de una renovación espiritual individual.

El líder más influyente del pietismo fue Philipp Jakob Spener, un pastor luterano alemán. Spener criticaba la falta de fervor religioso y la ausencia de una vida cristiana auténtica en su época. Propugnaba una fe experimentada y vivida en la vida diaria, en contraposición a una fe meramente intelectual.

El pietismo se caracterizaba por promover la lectura y el estudio de la Biblia, la oración personal y la meditación, así como la participación en grupos de estudio de la Biblia y en reuniones de oración. Los pietistas también fomentaban la predicación y la enseñanza centradas en la aplicación práctica de la fe y la transformación personal.

Uno de los aspectos más destacados del pietismo fue su énfasis en la responsabilidad individual de cada creyente frente a su relación con Dios y su compromiso con el prójimo. Esto llevó a los pietistas a participar activamente en la caridad, las obras sociales y misioneras, así como a impulsar reformas dentro de la iglesia establecida.

El pietismo tuvo un impacto duradero en el protestantismo y en el pensamiento religioso posterior. Influyó en movimientos posteriores como el metodismo, el avivamiento y el evangelicalismo. También se destacó por su influencia en la educación, enfatizando la formación espiritual y moral, así como en la música religiosa, promoviendo himnos y cánticos devocionales.

En resumen, el pietismo fue un movimiento religioso que enfatizaba una fe personal, vivida y comprometida con Dios, a través de la lectura de la Biblia, la oración, la participación en grupos de estudio y la aplicación práctica de la fe en la vida cotidiana. Su influencia perdura hasta el día de hoy en diversas corrientes del protestantismo.