¿Qué es metotrexato?

Aquí tienes información sobre el metotrexato en formato Markdown con enlaces internos:

Metotrexato

El metotrexato es un antimetabolito que interfiere con el crecimiento de ciertas células del cuerpo, particularmente las células que se reproducen rápidamente, como las células cancerosas, las células de la médula ósea y las células de la piel.

Usos

Se utiliza para tratar varias condiciones, incluyendo:

Mecanismo de Acción

El metotrexato actúa inhibiendo la dihidrofolato reductasa, una enzima crucial para la síntesis de folato. El folato es necesario para la síntesis de ADN y ARN. Al inhibir esta enzima, el metotrexato interrumpe el crecimiento y la proliferación celular.

Administración

El metotrexato se puede administrar por vía oral (en forma de pastilla o líquido) o mediante inyección. La dosis y la frecuencia de la administración dependen de la condición que se esté tratando.

Efectos Secundarios

El metotrexato puede causar varios efectos secundarios, que varían de leves a graves. Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen:

  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Fatiga
  • Llagas en la boca
  • Pérdida de cabello

Efectos secundarios más graves pueden incluir:

  • Problemas hepáticos
  • Problemas pulmonares
  • Supresión de la médula ósea (que puede provocar anemia, infecciones y sangrado)

Precauciones

  • El metotrexato está contraindicado en mujeres embarazadas debido al riesgo de defectos de nacimiento. También se debe evitar durante la lactancia.
  • Las personas con enfermedades hepáticas, enfermedades renales o trastornos de la médula ósea deben usar metotrexato con precaución.
  • Se deben evitar las vacunas vivas durante el tratamiento con metotrexato.
  • Es crucial informar al médico sobre todos los medicamentos y suplementos que se están tomando antes de comenzar el tratamiento con metotrexato, ya que puede interactuar con otros fármacos.

Monitorización

Los pacientes que toman metotrexato deben ser monitoreados regularmente por su médico para detectar posibles efectos secundarios. Esto puede incluir análisis de sangre para controlar la función hepática, la función renal y el recuento de células sanguíneas.