Matusalén es un personaje bíblico mencionado en el Antiguo Testamento de la Biblia. Según el libro del Génesis, Matusalén fue el hijo de Enoc y el abuelo de Noé. Se le atribuye haber alcanzado una edad extremadamente avanzada, llegando a vivir 969 años según el relato bíblico.
El nombre Matusalén es comúnmente utilizado como sinónimo de longevidad. La frase "Viejo como Matusalén" se utiliza para describir a alguien que ha vivido durante mucho tiempo. Sin embargo, es importante destacar que la longevidad extrema atribuida a Matusalén y a otros personajes bíblicos es vista por muchos como simbólica o mitológica, y no como hechos históricos reales.
Aunque se menciona poco sobre Matusalén en la Biblia, su longevidad se destaca en el capítulo 5 del Génesis. El versículo 5:27 dice: "Y fue todo el tiempo que Matusalén vivió, novecientos sesenta y nueve años; y murió".
Matusalén es recordado principalmente por haber vivido más tiempo que cualquier otra persona registrada en la Biblia. Su vida se considera como una demostración de la longevidad que algunas personas alcanzaban en los tiempos antiguos según las creencias religiosas de la época.
Cabe señalar que existen diversas interpretaciones y debates sobre la veracidad histórica de los relatos bíblicos y la longevidad de personajes como Matusalén. Mientras que algunos consideran estos relatos como hechos reales, otros los ven más como relatos simbólicos o mitológicos.
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